Especial Día de los Monumentos: Embajada de Francia.
“En la primera década del siglo XX, una pareja porteña de la alta sociedad, Daniel Ortiz-Basualdo y Mercedes Zapiola Eastman, encomiendan al arquitecto francés Paul Pater para diseñar y construir lo que sería la primera embajada francesa en Argentina”
En el #DíadelosMonumentos fuimos a la Embajada de Francia en Argentina y recorrimos cada una de las salas. Existen miles de edificios en la ciudad de Buenos Aires que encierran historias y decisiones guardadas en las paredes y restauradas con el tiempo. ¿Me acompañan a recorrerlo?
Detalles que hablan
Al ver los detalles del suelo, diferentes al resto de las habitaciones de la residencia, podemos adivinar que la primera parada del recorrido se trataba del antiguo jardín de invierno. Cada detalle es único y planificado: el ventanal principal tiene una vista increíble a la 9 de Julio. Inicialmente era posible ver sus grandes jardines pero se perdieron cuando comenzó el proceso de ensanchado de la avenida.
A medida que íbamos caminando por los pasillos descubríamos cada rincón especialmente diseñado para una actividad en particular. Otra de las salas clave es la de música: similar a los espacios espejados de los grandes edificios de la ciudad, los motivos con instrumentos musicales grabados en la parte superior de las paredes delatan su propósito. Los residentes vivían 6 meses en Francia y luego volvían a la Argentina para traer todos los diseños de Europa y reconstruir un pedacito del viejo continente dentro de la mansión.
Comedor y sala de billar
No podíamos dejar de pasar por la sala de billar: la iluminación moderna fue colocada muchos años después y pensada estratégicamente para apreciar los detalles del techo. Frente a la mesa se encuentra la chimenea, con materiales traídos de origen. En el fondo los escudos recuperan los motivos de la casa Tudor, síntesis de los dos bandos que lucharon en la Guerra de la Rosas (inspiración para las aventuras de Game of Thrones).
Seguimos el tour y nos topamos con la mesa: ese lugar clave donde sucede la magia, donde se desarrollan las charlas, se alinean los platos, se chocan los tenedores y los cuchillos. ⠀
El salón comedor de la Embajada de Francia se encuentra junto al antiguo Jardín de Invierno y se puede identificar al ver el cambio en los materiales para construir el suelo. El día en que fuimos, la mesa original estaba en restauración, así que colocaron la que figura actualmente en representación. La vajilla elegante desplegada sí es la utilizada en aquellas épocas. Para vos, ¿cuál es la mesa más especial de todos los tiempos?
Biblioteca y salón de baile
Cuando caminamos por las calles hay miles de secretos e historias que no conocemos: las que están encerradas detrás de las paredes, resumidas en los libros, los registros, las capas de pintura. Buenos Aires cambió miles de veces y nosotros sólo tenemos algunas perspectivas de esa evolución.⠀
Esta fue la última sala que recorrimos en la visita a la Embajada de Francia. Pequeña pero acogedora, la biblioteca también era el sector de lectura y tenía una puerta secreta en un costado que llevaba a los caminos internos de la residencia.
Los techos imponentes hacen que cambiemos nuestra postura: de repente miramos hacia arriba, dejamos los pies en una posición fija, perdemos noción de lo que pasa alrededor y de alguna manera nos entregamos a volar con la mirada. A veces pasa que intentamos ir más allá del campo de visión y creemos que perdemos el equilibrio. También sucede que volvemos a ver hacia adelante y ahora estamos solos. Porque de eso no hay duda: se trata de una experiencia que siempre se vive de forma individual, tan solo guiados por el sonido. Ese mediodía pasamos al salón de baile y experimenté exactamente esa sensación, como quien se entrega a una melodía antigua en un rincón desconocido.
Fin del recorrido
Llegamos al final con una vista poco conocida, justo por detrás del Palacio. Todos los colores de la esquina parecen combinar mágicamente. Nosotros seguimos recorriendo los secretos de la ciudad, justo por este camino.